martes, 3 de marzo de 2009

Somos personas.

Por fin me decido; hoy cuando me he acordado de que existía este espacio virtual me he dado cuenta de que lo estaba dejando de lado y que necesitaba un poco de atención. En muchas ocasiones se me ocurren temas de los que poder hablar, pero precisamente en el instante que me viene la inspiración "divina" me doy cuenta de que me encuentro lejos de mi confortable habitación y de mi querido ordenador. Pues si, hoy vuelvo y quiero tratar un tema al que llevo años dando vueltas. Mejor empiezo por el principio.

Hará aproximadamente unos tres años llegó a mi clase una persona que revolucionó toda espectativa de alumno común en mi instituto. Esta persona, con unas características totalmente diferentes a las del resto la hacía para mi un ser "especial" Yo, no comprendía el por qué de las risas de mis compañeros al escuchar a aquella chica, con un coeficiente intelectual impresionante y con unos conocimientos generales que hasta a los mismos profesores sorprendía al hablar. Para mi, ella era una gran fuente de sabiduría y de inteligencia, sin duda era y es una persona estupenda; siempre he confiado en poder hacer algo para ayudarla a salir de su enfermedad y he llegado incluso a informarme sobre la características de esta por tal de ayudarla, pero hasta el día de hoy ha resultado ser imposible... El autismo no es un tema fácil de tratar y mucho menos para mi que no tengo los conocimientos suficientes, de modo que siempre me he limitado a hablarle y a intentar comprenderla buscando en ella otro modo de ver la vida y sus circunstancias; he aprendido muchas cosas de ella al igual que me he llevado muchas decepciones, pero de todo se aprende ¿no? La verdad es que solo el simple hecho de ver a una chica que tiene apenas diecisiete años y que no ha podido disfrutar la vida lo suficiente ya te hace ver el mundo de una manera distinta.
Por mi parte, lo único que pido es poder llegar algún día a mirar a esa chica a los ojos dentro de muchísimos años y ver que aunque todavía sigue enferma ha encontrado a gente en su difícil camino de piedras que la ha apoyado o que como mínimo la haya intentado ayudar a mejorar como persona. Quiero que luche por ser respetada como el resto de las personas y que no se rinda jamás ante ningún obstáculo.


Nada más, esto es todo.. Imagino que dos personas que tengo en mente leerán esta entrada y sabrán a quien me refiero. Os pido que si lo leéis y tenéis la oportunidad de dejarme un comentario lo hagáis.



Saludos a todos y suerte con los exámenes que todavía nos quedan!